"Cuando el cielo cierra sus puertas, salgo a la calle para que el frio te confunda, para que tu último recuerdo, como un perro con el hocico húmedo y frío, se desoriente y me pierda el rastro.
Y así me veo, caminando deprisa entre la gente con la única intención de escapar... de tu huída. Pero, ¿cómo esconderse de tu negarme, cómo ignorar mi no saberte? Doblo las esquinas pegado a la pared, rozando la cal, rayando arañando el cemento, en un desesperado intento por sortear tu indolencia.
Cruzo semáforos en rojo tratando de dejar atrás la manera en que me dueles. Y pisas mi tristeza como si no existiera. Porque esa que me persigue ahora, sin tu voz y en tu nombre, quiere suplantarte para siempre.
Porque esa extraña tú está pudriéndote dentro de mí. Y yo ya no sé cómo seguir manteniéndote a salvo si no acudes a rescatarte. Lejos de ayudarnos, tu silencio y tu distancia lo alimentan.
Estoy solo, en esta estéril batalla contra mí, y todo apesta a decepción".
Y así me veo, caminando deprisa entre la gente con la única intención de escapar... de tu huída. Pero, ¿cómo esconderse de tu negarme, cómo ignorar mi no saberte? Doblo las esquinas pegado a la pared, rozando la cal, rayando arañando el cemento, en un desesperado intento por sortear tu indolencia.
Cruzo semáforos en rojo tratando de dejar atrás la manera en que me dueles. Y pisas mi tristeza como si no existiera. Porque esa que me persigue ahora, sin tu voz y en tu nombre, quiere suplantarte para siempre.
Porque esa extraña tú está pudriéndote dentro de mí. Y yo ya no sé cómo seguir manteniéndote a salvo si no acudes a rescatarte. Lejos de ayudarnos, tu silencio y tu distancia lo alimentan.
Estoy solo, en esta estéril batalla contra mí, y todo apesta a decepción".
No hay comentarios:
Publicar un comentario