Mi madre me metía prisa:
"No te pares cada dos por tres, hijo,
¿no puedes ir a mi lado como la gente normal?".
Mi madre no era consciente de la belleza que se cernía sobre ella,
y yo... bueno, yo no era consciente de que mi madre, en ese momento, por la razón que fuere, necesitaba pasear junto a su hijo.
Creo que no valió la pena cazar estas fotos...
'Mi madre es más asombrosa que cualquier cielo del mundo'.
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